
INGREDIENTES:
2 solomillos
1 cebolla
1 diente de ajo
1 vaso de vino blanco
1 vaso de caldo de ave
4 cucharadas de mermelada de moras (otra que tengo pendiente de subir)
1 cucharada de postre de harina de maíz (maicena).
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
PREPARACIÓN:
Cortamos el solomillo en medallones de aproximadamente unos 3 cm de grosor, salpimentamos, en una sartén con un poco de aceite sellamos los solomillos dorándolos un par de minutos por cada lado, los retiramos y reservamos.
Añadimos un poco más de aceite a la sartén, pelamos el diente de ajo y lo cortamos en trocitos pequeños, lo ponemos a dorar sin que llegue a coger mucho color, pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina, la añadimos a la sartén con un poco de sal y dejamos que se vaya pochando a fuego lento hasta que empiece a tomar color.
Vertemos el vaso de vino en la sartén de la cebolla y dejamos reducir a la mitad, ponemos también la mermelada de moras y el caldo de ave, dejamos cocinar a fuego lento unos 10 minutos, pasado esté tiempo podemos hacer dos cosas:
La primera dejar la salsa tal cual y añadir la cucharadita de maicena disuelta en un poquito de agua, poner los solomillos y cocinar durante 4 minutos, esta ha sido mi opción, pero si no os gusta encontrar trozos y mucho menos las molestas semillas de las moras podemos hacerlo de la siguiente forma:
Trituramos la salsa con la batidora y la pasamos por el chino o en su defecto un colador para quitar todas las semillas, volvemos a poner la salsa en la sartén, añadimos la maicena disuelta y los solomillos y cocinamos los 4 minutos. De esta forma os quedará una salsa más fina y que les gustará también a los niños.
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