
- 2 hojas de gelatina
- 400 ml de nata
- 75 ml de leche entera
- 100 g de azúcar en polvo
- 50 ml de café espresso
- Para el crocante de avellanas:
- 50 g de avellanas tostadas
- 200 g de azúcar glass
- 1 cucharadita de canela molida
En primer lugar ponemos en agua fría dos hojas de gelatina.
Por otro lado, en un cazo, ponemos el azúcar, la nata, la leche y un chorro de café. Cuando comience a hervir, lo apartamos del fuego.
Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos a la mezcla anterior, removiendo hasta que se disuelvan por completo.
Vertemos esta mezcla en una jarra y llenamos unos moldes para pannacotta hasta casi el borde.Reservamos en el frigorífico durante mínimo 3 horas.
Por otro lado, vamos a preparar el crocante. Para ello, en un cazo, calentamos el azúcar glass a fuego medio.
Cuando el azúcar se convierta en caramelo le añadimos las avellanas y espolvoreamos canela. Dejamos que repose a temperatura ambiente.
Pasado el tiempo de la panna cotta, la desmoldamos y la adornamos con el crocante de avellanas.
Servimos.
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